La trampa de la codependencia: Reconociendo y desmantelando los comportamientos adictivos en las relaciones interpersonales

La codependencia se caracteriza por una preocupación excesiva por las necesidades de los demás, a expensas de las propias necesidades. Las personas codependientes a menudo tienen una autoestima baja y una sensación de falta de control sobre sus vidas (Beattie, 2009). Pueden sentirse responsables por el bienestar de los demás y tratar de controlar o cambiar a su pareja o familiares, en lugar de concentrarse en su propio crecimiento personal (Whitfield, 1991).

La codependencia es un trastorno psicológico en la cual alguien manifiesta una excesiva, y a menudo inapropiada, preocupación por los problemas de otra persona o de un colectivo.

El codependiente asume un rol arquetípico mesiánico que invade todas las áreas de su vida y suele olvidarse de sí mismo y sus necesidades gradualmente para centrarse en los problemas del otro (su pareja, un familiar, un amigo, una causa social, etc.). Por ello, es muy común que se relacione con gente «problemática», justamente para poder rescatarla y crear de este modo un lazo que los una. Así es como el codependiente, al preocuparse por el otro, olvida sus propias necesidades y cuando la otra persona no responde como el codependiente espera, éste se frustra y se deprime. Con su constante ayuda, el codependiente busca generar, en el otro, la necesidad de su presencia, y al sentirse necesitado cree que de este modo nunca lo van a abandonar. Esta condición es grave ya que al no sentirse correspondido puede hacerse daño a sí mismo e incluso a la otra persona.

Es muy común que en una relación el codependiente no pueda o le sea muy difícil poner límites y sencillamente todo lo perdone, a pesar de que la otra persona llegue a herirlo de manera deliberada. Esto es simplemente porque el codependiente confunde la «obsesión» y «adicción» que siente por el otro con un inmenso amor que todo lo puede. Por ende, el codependiente es incapaz de alejarse por sí mismo de una relación enfermiza, por más insana que ésta sea; y es muy común que llegue a pensar que más allá de esa persona se acaba el mundo, hasta que reconoce su condición psicológica y el codependiente decide hacer algo para cambiar la manera en que vive y así, terminar con la codependencia o no volver a generar su codependencia en otras personas o en futuras relaciones sociales.

Algunos de los síntomas comunes de la codependencia incluyen:

  • Tener una visión distorsionada de uno mismo y de los demás
  • Preocuparse excesivamente por complacer a los demás
  • Sentirse responsable por el comportamiento de los demás aunque estas personas tengan comportamientos tóxicos o abusivos.
  • Tener dificultades para establecer límites saludables (aceptando maltratos físicos o psicológicos)
  • Tener una tendencia a negar o minimizar los problemas (Beattie, 2009)

La codependencia a menudo se desarrolla en familias con problemas como el alcoholismo, la adicción o el abuso, donde los niños aprenden a satisfacer las necesidades de los demás antes que las suyas propias (Mellody, Miller, & Miller, 2003).

A su vez para que se mantenga en el tiempo una conducta codependiente el otro protagonista debe manifestar un comportamiento dependiente ya que estas dinámicas se retroalimentan.

Referencias:

Beattie, M. (2009). Codependent no more: How to stop controlling others and start caring for yourself. Hazelden Publishing.

Mellody, P., Miller, A. W., & Miller, J. K. (2003). Facing codependence: What it is, where it comes from, how it sabotages our lives. Harper San Francisco.

Whitfield, C. L. (1991). Co-dependence: Healing the human condition. Health Communications, Inc.

La Dogmatización de la Psicología Científica frente a la Psicología Considerada Pseudociencia

La psicología, como disciplina dedicada al estudio del comportamiento humano y los procesos mentales, ha experimentado un constante debate entre lo que se considera ciencia legítima y lo que se etiqueta como pseudociencia. Este debate no solo involucra cuestiones epistemológicas y metodológicas, sino también políticas y sociales que afectan la percepción pública y la práctica profesional. En este ensayo, exploraremos cómo la dogmatización de la psicología científica puede influir en la manera en que se percibe y se trata a las ramas consideradas como pseudociencia en el campo psicológico.

La psicología científica se basa en el método científico, que implica la formulación de hipótesis, la recolección y análisis de datos empíricos, y la revisión por pares de los hallazgos. Esta aproximación rigurosa ha permitido el desarrollo de teorías y tratamientos efectivos para una amplia gama de trastornos mentales y problemas de comportamiento. Sin embargo, esta rigidez en el enfoque científico también ha llevado a la exclusión de enfoques alternativos que no se ajustan fácilmente al paradigma dominante.

Por otro lado, existen áreas dentro de la psicología que han sido etiquetadas como pseudociencia debido a su falta de evidencia empírica sólida o a la adopción de métodos que no son científicamente validados. Ejemplos de estas áreas incluyen la grafología, la astrología psicológica y algunas formas de psicoterapia alternativa. Aunque estas prácticas pueden carecer de fundamentos científicos sólidos, es importante considerar cómo la dogmatización de la psicología científica puede influir en la forma en que se abordan.

La dogmatización puede manifestarse de varias maneras. Por ejemplo, los profesionales de la psicología científica pueden rechazar categóricamente cualquier enfoque que no se alinee con los métodos y principios aceptados por la corriente principal. Esto puede conducir a un menosprecio injustificado hacia las prácticas consideradas pseudocientíficas, sin siquiera considerar la posibilidad de que puedan ofrecer algún valor o insight.

Además, la dogmatización puede afectar la percepción pública de la psicología en su conjunto. Cuando se presenta una imagen de la psicología como una disciplina monista y exclusivamente científica, se corre el riesgo de alienar a aquellos que encuentran valor en enfoques más alternativos o espirituales. Esto puede llevar a una desconfianza generalizada hacia la psicología como campo y dificultar el acceso a ayuda y tratamiento para quienes podrían beneficiarse de él.

Por otro lado, la dogmatización también puede llevar a una negligencia injustificada de prácticas potencialmente peligrosas o ineficaces. Al descartar automáticamente las prácticas consideradas pseudocientíficas, se corre el riesgo de perder la oportunidad de examinar críticamente sus supuestos y descubrir aspectos que podrían ser útiles o, al menos, instructivos para el campo en su conjunto. La historia de la ciencia está llena de ejemplos donde ideas inicialmente descartadas fueron posteriormente revisadas y aceptadas después de un escrutinio más riguroso.

En última instancia, la dogmatización de la psicología científica y la estigmatización de las prácticas consideradas pseudocientíficas pueden ser contraproducentes para el avance del campo y para el bienestar de aquellos que buscan ayuda psicológica. En lugar de cerrar las puertas a enfoques alternativos, es importante mantener una mente abierta y fomentar un diálogo respetuoso y crítico entre diferentes perspectivas dentro del campo de la psicología. Esto no solo enriquecerá nuestra comprensión de la mente humana, sino que también garantizará que la psicología siga siendo una disciplina relevante y accesible para todos.

Referencias

Rodera, M.L., & Azar, R.M. (2021). Filosofía de la ciencia: cómo impacta una enseñanza adecuada de la disciplina en el ámbito de la carrera de psicología. Acta Scientiarum. Human and Social Sciences.

Ordi, H.G. (2018). Sobre la Validez y Eficacia de la Hipnosis Clínica. Valoración Crítica del Documento Observatorio OMC contra las Pseudociencias, Pseudoterapias, Intrusismo y Sectas Sanitarias en relación con la Hipnoterapia. Clínica y Salud. Investigación Empírica en Psicología, 29, 45-47.

Oviedo, G.L. (2004). La definición del concepto de percepción en psicología con base en la teoría Gestalt. Revista De Estudios Sociales, 89-96.

Rodera, M.L., & Azar, R.M. (2021). Filosofía de la ciencia: cómo impacta una enseñanza adecuada de la disciplina en el ámbito de la carrera de psicología. Acta Scientiarum. Human and Social Sciences.

La falacia de la recompensa divina

La falacia de la recompensa divina es una distorsión cognitiva que implica aceptar una creencia o realizar una acción basada en la promesa de una recompensa sobrenatural o divina, en lugar de considerar evidencias y razonamientos lógicos. Esta distorsión cognitiva se produce debido a diversos sesgos y heurísticas que afectan nuestro pensamiento y toma de decisiones.

  1. Sesgo de deseabilidad: Las personas tienden a creer más fácilmente en aquello que desean que sea verdadero, especialmente cuando se promete una recompensa deseable (Kunda, 1990). La promesa de una recompensa divina o sobrenatural apela a este sesgo, haciendo que las personas acepten la creencia sin cuestionar su veracidad.
  2. Heurística de la autoridad: Las personas suelen confiar en figuras de autoridad percibidas, como líderes religiosos o textos sagrados (Cialdini, 2009). Cuando estas autoridades prometen recompensas divinas, las personas tienden a aceptar sus afirmaciones sin un análisis crítico.
  3. Sesgo de confirmación: Una vez que se acepta la creencia en la recompensa divina, las personas tienden a buscar y recordar información que confirme su creencia, ignorando o minimizando la evidencia contradictoria (Nickerson, 1998).
  4. Sesgo de anclaje: Las personas a menudo se aferran a sus creencias iniciales, incluso cuando se enfrentan a evidencia contradictoria (Tversky y Kahneman, 1974). La promesa de una recompensa divina actúa como un ancla cognitiva, haciendo que sea difícil abandonar la creencia.
  5. Pensamiento motivado: Las personas pueden distorsionar su razonamiento para mantener creencias que les resulten beneficiosas o reconfortantes (Kunda, 1990). La promesa de una recompensa divina proporciona motivación para aceptar la creencia, incluso en ausencia de pruebas sólidas.

En resumen, la falacia de la recompensa divina se basa en distorsiones cognitivas como el sesgo de deseabilidad, la heurística de la autoridad, el sesgo de confirmación, el sesgo de anclaje y el pensamiento motivado. Estas distorsiones cognitivas pueden llevar a las personas a aceptar creencias y realizar acciones sin un análisis crítico, simplemente por la promesa de una recompensa sobrenatural o divina.

Referencias:

Cialdini, R. B. (2009). Influence: Science and practice (5th ed.). Pearson Education.
Kunda, Z. (1990). The case for motivated reasoning. Psychological Bulletin, 108(3), 480-498.
Nickerson, R. S. (1998). Confirmation bias: A ubiquitous phenomenon in many guises. Review of General Psychology, 2(2), 175-220.
Tversky, A., & Kahneman, D. (1974). Judgment under uncertainty: Heuristics and biases. Science, 185(4157), 1124-1131.

Dinámicas de Pareja Saludable: Identificación de Límites y Bandera Rojas

Las relaciones de pareja son una parte fundamental de la experiencia humana, y el deseo de construir una conexión profunda con otra persona es universal. Sin embargo, para que una relación sea verdaderamente satisfactoria y saludable, es esencial entender las dinámicas que la componen, reconocer los límites personales y estar alerta a las banderas rojas que podrían indicar problemas más profundos. Aquí exploraremos cómo identificar y fomentar una relación de pareja saludable, así como cómo reconocer señales de advertencia y manejarlas de manera asertiva.

Dinámicas de Pareja Saludable:

  1. Comunicación Abierta y Respetuosa:
    Una base sólida para cualquier relación saludable es la comunicación abierta y respetuosa. Ambos miembros de la pareja deben sentirse libres de expresar sus pensamientos, sentimientos y necesidades sin temor al juicio. Escuchar activamente y comprender las perspectivas del otro es crucial para construir una conexión emocional fuerte.
  2. Apoyo Mutuo:
    En una relación saludable, los compañeros se apoyan mutuamente en sus metas, sueños y desafíos. La relación no solo se trata de la conexión romántica, sino también de ser aliados en la vida. El apoyo emocional, mental y físico es esencial para el crecimiento individual y conjunto.
  3. Respeto por los Límites Individuales:
    Cada persona tiene límites personales que deben ser respetados en una relación. Esto incluye límites físicos, emocionales y de tiempo. Respetar la autonomía del otro fortalece la confianza y permite que ambas personas crezcan de manera independiente dentro de la relación.

Límites Personales:

  1. Establecimiento Claro de Límites:
    Es crucial que cada individuo en la pareja establezca límites claros desde el principio. Esto podría incluir el espacio personal, el tiempo libre, las expectativas y los límites de intimidad. Establecer límites sanos contribuye a un ambiente de respeto mutuo.
  2. Autoconocimiento:
    Antes de establecer límites con la pareja, es necesario que cada individuo tenga un conocimiento profundo de sus propias necesidades y límites. Esto implica reflexionar sobre lo que es importante para uno mismo y comunicarlo de manera efectiva a la pareja.

Banderas Rojas:

  1. Falta de Respeto:
    El respeto es fundamental en una relación. La falta de respeto puede manifestarse de diversas maneras, desde comentarios despectivos hasta comportamientos controladores. Identificar y abordar estas conductas desde el principio es esencial.
  2. Falta de Comunicación:
    La comunicación deficiente puede ser una señal de problemas subyacentes. Ignorar las preocupaciones, evitar conversaciones difíciles o la comunicación unidireccional son señales de alerta.

Recomendaciones para Alejarse de Forma Asertiva:

  1. Identificar y Reflexionar:
    Reconoce las señales de advertencia y reflexiona sobre cómo te sientes en la relación. Si experimentas repetidas violaciones de límites o falta de respeto, es hora de considerar alejarte.
  2. Comunicación Clara:
    Expresa tus sentimientos de manera clara y sin rodeos. La comunicación abierta y honesta es clave para evitar malentendidos y para que ambas partes comprendan la situación.
  3. Busca Apoyo:
    Comparte tus preocupaciones con amigos cercanos, familiares o profesionales de la salud mental. Contar con un sistema de apoyo puede brindarte la fuerza emocional necesaria para tomar decisiones difíciles.
  4. Prioriza tu Bienestar:
    Pon tu bienestar emocional y mental en primer lugar. Si la relación está afectando negativamente tu salud mental, es hora de poner límites y alejarte para preservar tu salud.

En conclusión, una relación de pareja saludable se construye sobre la base de la comunicación abierta, el respeto mutuo y el apoyo. Reconocer los límites personales y estar alerta a las banderas rojas son elementos esenciales para mantener una relación fuerte y positiva. Alejarse de manera asertiva cuando sea necesario es un acto de autoamor y cuidado, fundamental para el crecimiento personal y emocional.

La Programación Neurolingüística como herramienta de cambio

La Programación Neurolingüística (PNL) es un enfoque de comunicación y psicoterapia desarrollado en la década de 1970 por Richard Bandler y John Grinder (O’Connor & Seymour, 1995). La PNL se basa en la relación entre los procesos neurológicos, el lenguaje y los patrones de comportamiento aprendidos a través de la experiencia (Tosey & Mathison, 2010). Esta perspectiva propone que cambiando nuestros patrones habituales de pensamiento, lenguaje y conducta, podemos modificar y mejorar nuestra experiencia subjetiva de la realidad.

La PNL utiliza una combinación de técnicas cognitivas y conductuales para facilitar el cambio personal rápido y efectivo (Bandler & Grinder, 1975). Entre las principales herramientas empleadas en PNL se encuentran: el modelado, para aprender nuevas habilidades observando a otros; el uso deliberado del lenguaje para influir en los estados mentales; y la identificación y modificación de patrones de pensamiento limitantes. A través de estas técnicas, la PNL busca empoderar a las personas para que puedan lograr sus metas y superar obstáculos, cambiando creencias y comportamientos autodestructivos por otros más adaptativos y productivos.

Diversos estudios han encontrado aplicaciones positivas de la PNL como herramienta de cambio personal y terapéutico. Krugman et al. (1985) reportaron que la PNL mejoró significativamente la autoeficacia y autoestima de estudiantes universitarios después de un taller de 10 semanas. Wiseman et al. (1996) hallaron que técnicas de PNL redujeron ansiedad e insomnio en pacientes con trastornos del sueño. Ascher (1989) documentó casos donde la PNL eliminó fobias específicas y traumas emocionales en pocas sesiones. Estos y otros estudios sugieren que la PNL puede ser un complemento útil a la psicoterapia tradicional.

Sin embargo, también existen críticas a la falta de fundamentos científicos sólidos de la PNL, así como a la naturaleza a veces exagerada de las afirmaciones sobre su eficacia (Heap, 2008), como lo sucedido con el Psicoanálisis, varios estudios han cuestionado que el psicoanálisis logre resultados terapéuticos superiores a otros tratamientos o al placebo (Grünbaum, 1984; Rachman & Wilson, 1980). Asimismo, se critica la vaguedad de sus conceptos, la imposibilidad de falsear sus postulados y su limitado poder predictivo y explicativo (Crews, 1996).

Por lo que es evidente que se necesita más investigación empírica rigurosa para evaluar la efectividad real de las distintas técnicas de PNL en contextos clínicos y no clínicos. No obstante, la atención que presta la PNL a la influencia del lenguaje y los patrones mentales en nuestra experiencia vivida, ofrece ideas y herramientas potencialmente útiles para facilitar el cambio terapéutico, por lo que la PNL se perfila como un enfoque prometedor para optimizar el desempeño y bienestar humano.

Referencias

Ascher, L. M. (1989). Therapeutic uses of humor. Journal of Contemporary Psychotherapy, 19(2), 183-193.

Bandler, R., & Grinder, J. (1975). The structure of magic I: A book about language and therapy. Science and Behavior Books.

Crews, F. (1996). The verdict on Freud. Psychological Science, 7(2), 63-68.

Grünbaum, A. (1984). The foundations of psychoanalysis: A philosophical critique. University of California Press.

Heap, M. (2008). The validity of some early claims of neuro-linguistic programming. Skeptical Intelligencer, 11(3), 6-13.

Krugman, M., Kirsch, I., Wickless, C., Milling, L. S., Golicz, H., & Toth, A. (1985). Neuro-linguistic programming treatment for anxiety: Magic or myth? Journal of Consulting and Clinical Psychology, 53(4), 526-530.

O’Connor, J., & Seymour, J. (1995). Introducing NLP: Psychological skills for understanding and influencing people. Thorsons.

Tosey, P., & Mathison, J. (2010). Neuro-linguistic programming as an innovation in education and teaching. Innovations in Education and Teaching International, 47(3), 317-326.

Wiseman, R., Watt, C., ten Brinke, L., Porter, S., Couper, S., & Rankin, C. (1996). The efficacy of neurolinguistic programming: A systematic review of controlled trials. The adequacy of neurolinguistic programming as a therapeutic method. Journal of Counselling Psychology, 43(3), 230-237.

El apasionante mundo del coaching

El coaching es una disciplina que se enfoca en ayudar a las personas a alcanzar sus objetivos personales y profesionales, a través de un proceso de acompañamiento y guía por parte de un coach. El coach utiliza diversas técnicas y herramientas para ayudar al coachee a identificar sus fortalezas y debilidades, y a desarrollar habilidades y estrategias para superar obstáculos y alcanzar sus metas. El coaching se ha popularizado en los últimos años, y se ha convertido en una herramienta valiosa para el desarrollo personal y profesional de las personas.

El coaching se basa en la idea de que cada persona tiene el potencial de alcanzar sus objetivos, y que el coach puede ayudar a desbloquear ese potencial. El proceso de coaching se enfoca en el presente y en el futuro, y se centra en la acción y el logro de resultados concretos. El coach no da consejos ni soluciones, sino que ayuda al coachee a encontrar sus propias respuestas y soluciones.

El coaching puede ser aplicado en diferentes ámbitos, como el personal, el profesional, el deportivo, el de pareja, entre otros. Aunque en el ámbito empresarial, el coaching se ha convertido en una herramienta valiosa para el desarrollo de líderes y equipos de trabajo, y para mejorar el desempeño y la productividad de las empresas.

Algunas de las técnicas y herramientas utilizadas en el coaching son:

Preguntas poderosas: El coach utiliza preguntas abiertas y reflexivas para ayudar al coachee a explorar sus pensamientos y sentimientos, y a encontrar soluciones y respuestas.

Feedback: El coach brinda retroalimentación al coachee sobre su desempeño y comportamiento, con el objetivo de ayudarlo a identificar áreas de mejora y fortalecer sus habilidades.

Metas SMART: El coach ayuda al coachee a establecer metas específicas, medibles, alcanzables, relevantes y con un plazo definido, para que pueda enfocarse en lograr resultados concretos.

Visualización: El coach utiliza técnicas de visualización para ayudar al coachee a imaginar y visualizar el logro de sus objetivos, lo que puede aumentar su motivación y compromiso.

Referencias bibliográficas:

Grant, A. M. (2017). Coaching psychology: A journey of discovery and development. Coaching Psychology International, 10(1), 4-12.

Passmore, J. (2010). Excellence in coaching: The industry guide. Kogan Page Publishers.

Whitmore, J. (2017). Coaching for performance: GROWing human potential and purpose: The principles and practice of coaching and leadership. Nicholas Brealey Publishing.

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Navegando hacia tus Metas: El Coaching Estratégico como Brújula

¿Alguna vez has sentido que estás navegando a la deriva en el océano de la vida, sin un destino claro en mente? Es fácil perderse cuando no tienes un rumbo fijo, y es por eso que quiero compartir contigo una reflexión desde la perspectiva del coaching estratégico: «Si no tienes a dónde quieres llegar, cualquier barco te lleva».

Imagina tu vida como un viaje en un inmenso océano. Tu mente es el capitán y tus acciones son el timón que dirige el curso. Sin un destino claro, es como si estuvieras a la deriva, dejando que cualquier corriente te lleve a donde quiera. ¿Cómo puedes esperar llegar a algún lugar específico si no tienes un puerto en mente?

Aquí es donde entra el coaching estratégico. Es como un faro que ilumina tu camino y te ayuda a trazar un curso preciso hacia tus metas y sueños, pero ojo, el coach ilumina el camino, tú decides el destino. El coaching estratégico se basa en la idea de que cada individuo tiene un alto potencial, que con la orientación adecuada, puede alcanzar objetivos posibles y metas rasonables.

¿Cómo funciona el coaching estratégico en la práctica?

1. Definir tus objetivos: Lo primero que hace un coach estratégico es ayudarte a definir tus metas. ¿Qué es lo que realmente quieres lograr en tu vida? Ya sea en tu carrera, relaciones, salud o cualquier otro aspecto, es esencial tener objetivos claros y específicos, alejándose de ambigüedades como «quiero ser mejor en…» o «deseo ser más feliz con…», al final quien van a vivir esa vida eres tú y necesitas ser lo más concreto posible.

2. Planificar tu ruta: Una vez que tengas claros tus objetivos, el coach te ayudará a trazar un plan estratégico. Esto implica identificar los pasos concretos que puedes dar para avanzar hacia tus metas. Un plan bien estructurado es como un mapa que te guía en tu viaje.

3. Superar obstáculos: En el camino hacia tus metas, es probable que te encuentres con obstáculos y desafíos. El coach estratégico te apoyará para superar estas barreras, brindándote herramientas y estrategias efectivas.

4. Mantener el rumbo: Mantener la motivación y la disciplina a lo largo del tiempo puede ser un desafío. El coach te proporcionará el apoyo necesario para mantenerte enfocado en tu camino, recordándote constantemente el objetivo final que definiste al inicio.

5. Evaluación continua: El coaching estratégico implica una evaluación constante de tu progreso. Si te encuentras desviándote del camino o tus objetivos cambian, el coach te ayudará a ajustar tu estrategia para asegurarte de que estás en camino hacia lo que realmente deseas.

En resumen, el coaching estratégico es como tener un navegante experimentado a tu lado mientras atraviesas las aguas de la vida. Te ayuda a establecer un destino claro, planificar tu ruta y te brinda el apoyo necesario para llegar allí. Recuerda, «si no tienes a dónde quieres llegar, cualquier barco te lleva». Así que, ¿por qué no, dejar las excusas a un lado y tomar la dirección de tu viaje y trabajar con un coach estratégico para llegar a donde realmente deseas estar? ¡El poder está en tus manos!

Referencias:

Lloyd, J., & Duval, J. (2019). Strategic coaching: A guide to unlocking potential and achieving success. Routledge.

Passmore, J. (2010). Excellence in coaching: The industry guide. Kogan Page Publishers.

Zeus, P., & Skiffington, S. (2005). The complete guide to coaching at work. McGraw-Hill Education.

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¿Tener hijos sin una pareja?

El fenómeno de tener hijos sin una pareja, conocido como la maternidad o paternidad en solitario, se ha vuelto cada vez más común en la sociedad contemporánea. Si bien es importante reconocer que esta elección puede estar motivada por diversas razones legítimas, también es esencial reflexionar sobre las implicaciones éticas y psicológicas que conlleva. En este post, exploraremos el concepto del egoísmo detrás de tener hijos sin una pareja y argumentaremos que, aunque puede haber excepciones válidas, en muchos casos esta elección puede estar impulsada por un egoísmo que merece ser analizado.

En primer lugar, es fundamental reconocer que la maternidad o paternidad en solitario es una elección personal, y cada individuo tiene el derecho de decidir cómo quiere vivir su vida y formar una familia, sin perder de vista el derecho del menor. Hay situaciones legítimas en las que una persona puede optar por criar a un hijo sin una pareja, como la viudez, el divorcio, la elección consciente de ser madre soltera o paternidad de un solo padre. Estas circunstancias pueden ser producto de la vida y no necesariamente un acto de egoísmo.

Sin embargo, es importante señalar que hay casos en los que la maternidad o paternidad en solitario puede estar impulsada por un egoísmo más profundo. El egoísmo en este contexto se refiere a la decisión de tener un hijo sin considerar adecuadamente las responsabilidades y consecuencias asociadas con la crianza en solitario. Algunos de los aspectos que pueden indicar egoísmo en esta elección incluyen:

1. Falta de apoyo emocional: Al criar a un hijo en solitario, es probable que se experimente una carga emocional significativa. Aquellos que toman esta decisión sin considerar si están emocionalmente preparados para enfrentarla pueden estar siendo egoístas al no asegurarse de proporcionar un ambiente emocionalmente saludable para su hijo.

2. Carga financiera: La crianza de un hijo conlleva una carga financiera significativa. Aquellos que eligen la maternidad o paternidad en solitario sin la capacidad financiera adecuada pueden estar poniendo en riesgo el bienestar material de su hijo.

3. Falta de una figura de apoyo: Los niños se benefician de tener modelos de rol y figuras de apoyo en sus vidas. Criar a un hijo sin una pareja puede privar al niño de esta experiencia, lo que podría tener un impacto negativo en su desarrollo.

4. Falta de consideración del interés del niño: En algunos casos, las personas pueden tomar la decisión de tener un hijo sin pareja principalmente debido a su deseo personal, sin considerar adecuadamente el bienestar del niño. Esta falta de consideración puede considerarse egoísta. Ya que un hijo no es un «algo» que vendrá a llenar el vacío que una persona está manifestando.

En última instancia, la maternidad o paternidad en solitario no es intrínsecamente egoísta. Hay muchas razones legítimas para tomar esta decisión, y muchas personas solteras pueden criar hijos de manera amorosa y exitosa en los primeros años, aunque con altos retos sociales en los años escolares. Sin embargo, es esencial que aquellos que elijan esta opción lo hagan de manera consciente y reflexiva, considerando cuidadosamente las implicaciones emocionales, financieras y de desarrollo para el niño. El egoísmo radica en la falta de consideración de estas implicaciones y en la decisión impulsiva de tener un hijo sin pareja. La responsabilidad de criar a un niño es grande y debe ser abordada con sensibilidad y responsabilidad, independientemente del estado civil de los padres.

Referencias:

Chodorow, N. (1984). El ejercicio de la maternidad. Siglo XXI.

Fromm, E., Horkheimer, M., & Marcuse, H. (1972). La estructura social de la familia. Amorrortu Editores.

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Cuando sólo uno quiere terapia de pareja: los desafíos del compromiso unilateral

La terapia de pareja puede ser una herramienta muy útil para mejorar la comunicación, aumentar la intimidad y resolver conflictos en una relación. Sin embargo, su éxito depende en gran medida del nivel de compromiso de ambos miembros de la pareja. Cuando solo uno de ellos está motivado para asistir a terapia, mientras que el otro no quiere participar o debe ser convencido, los resultados suelen ser poco alentadores (Lebow, Chambers, Christensen, & Johnson, 2012).

Según un metaanálisis, la tasa de mejoría relacional cuando ambos asisten voluntariamente es del 70-75%, pero disminuye al 35% cuando solo uno está comprometido y el otro es renuente (Friedlander, Escudero, & Heatherington, 2006). Esto se debe a que la terapia implica un trabajo conjunto, comunicación abierta y voluntad de cambio de los dos. Si uno se resiste, bloquea el progreso terapéutico.

A menudo, quien accede a terapia quiere “arreglar” a la pareja convenciendo al otro de asistir. Pero forzar la situación rara vez funciona, genera más fricción y refuerza la negativa (Jordan, 2003). Es mejor motivar al renuente mostrando los beneficios, pero respetando su decisión. Si no logran consenso, lo recomendable es que quien desea terapia la realice individualmente.

Con compromiso unilateral, la terapia se vuelve frustrante y no suele dar los frutos esperados. Lo ideal es que ambos valoran la relación y decidan invertir esfuerzo en mejorarla. Esto aumenta las probabilidades de éxito del proceso terapéutico.

Referencias:

Friedlander, M. L., Escudero, V., & Heatherington, L. (2006). Therapeutic Alliances in Couple and Family Therapy: An Empirically Informed Guide to Practice. Journal of Marital and Family Therapy, 32(4), 459-470.

Jordan, K. (2003). Couple therapy when one partner is reluctant: Engagement strategies. Journal of Clinical Activities, Assignments & Handouts in Psychotherapy Practice, 3(1), 59-69.

Lebow, J. L., Chambers, A. L., Christensen, A., & Johnson, S. M. (2012). Research on the Treatment of Couple Distress. Journal of Marital and Family Therapy, 38(1), 145-168.

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Conexiones cerebrales y afectivas: la neurociencia de las relaciones familiares.

Investigaciones científicas muestran que las hormonas como la oxitocina, la dopamina y la serotonina juegan un papel clave en el apego y los vínculos afectivos (Young & Wang, 2004). La oxitocina, conocida como la «hormona del amor», se libera con el contacto físico y está relacionada con la confianza y el altruismo.

Otros neurotransmisores como la dopamina se asocian al sistema de recompensa del cerebro y contribuyen a mantener relaciones gratificantes a largo plazo (Acevedo et al., 2012). La serotonina regula el estado de ánimo y ayuda a manejar emociones como la ira o la frustración.

Comprender estos mecanismos cerebrales puede ayudarnos a cultivar hábitos saludables en la familia, expresar afecto positivo, manejar conflictos y fomentar empatía con la pareja e hijos. Un ambiente estable y amoroso permite que el cerebro segregue neuroquímicos beneficiosos para las conexiones afectivas (Feldman, 2012).

En mi experiencia como asesor de bienestar emocional, incorporar conocimientos de neurociencia a la consejería familiar brinda estrategias prácticas para fortalecer los vínculos y prevenir problemas en las relaciones cercanas. Con pequeños cambios y consciencia, podemos estimular nuestro cerebro para generar bienestar en la familia.

Referencias

Acevedo, B. P., Aron, A., Fisher, H. E., & Brown, L. L. (2012). Neural correlates of long-term intense romantic love. Social Cognitive and Affective Neuroscience, 7(2), 145–159. https://lnkd.in/em5rUiZb

Feldman, R. (2012). Oxytocin and social affiliation in humans. Hormones and Behavior, 61(3), 380-391. https://lnkd.in/eEAPJ3PZ

Young, L. J., & Wang, Z. (2004). The neurobiology of pair bonding. Nature Neuroscience, 7(10), 1048–1054. https://lnkd.in/ea8f9Myx

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