Cuando nos adentramos en una relación, es común que validemos el porqué estamos en la relación solamente por nuestros sentimientos hacia esa persona, como el amor, la admiración o la gratitud. Sin embargo, existe un aspecto crucial que a menudo pasamos por alto: ¿Cómo nos hace sentir esa persona en nuestra vida?, más allá de los sentimientos intensos y las emociones románticas que tengamos por esa persona, es esencial evaluar cómo nos afecta la presencia de alguien en nuestro día a día.
Nuestras emociones son poderosas y pueden afectar profundamente nuestra vida diaria. Si una persona nos hace sentir constantemente ansiosos, tristes, inseguros o frustrados, es una señal de que algo podría estar mal en la relación. Por otro lado, si nos sentimos felices, amados, apoyados y respetados en presencia de esa persona, es un indicador positivo de una relación saludable. Evaluar cómo nos hace sentir alguien nos permite reconocer si esa relación nos aporta bienestar o si nos genera un impacto negativo en nuestra salud mental y emocional.
Si una persona constantemente socava nuestra confianza, nos critica o nos menosprecia, es importante detenerse y reflexionar sobre si esa relación es realmente beneficiosa para nuestro crecimiento personal. Por el contrario, cuando alguien nos motiva, nos respalda en nuestros objetivos y nos alienta a ser la mejor versión de nosotros mismos, nos encontramos en un ambiente propicio para nuestro desarrollo y bienestar emocional.
La forma en que una persona nos hace sentir también se relaciona con la calidad de la comunicación y la empatía dentro de la relación. La capacidad de escuchar y comprender nuestras necesidades, preocupaciones y emociones es fundamental para construir una relación sólida. Si nos sentimos escuchados, comprendidos y apoyados en nuestras conversaciones, es una señal de que esa persona valora nuestra opinión y se preocupa por nuestro bienestar. Por otro lado, si experimentamos constantemente falta de comunicación, desprecio o falta de empatía, puede ser un indicio de una relación insatisfactoria y poco saludable.
Si una persona nos hace sentir inseguros debido a su falta de compromiso, comportamiento volátil o falta de respeto hacia nuestras emociones y límites, es esencial evaluar si esa relación cumple con nuestros estándares y necesidades emocionales. Una relación sana se basa en la confianza, el respeto mutuo y el compromiso constante de ambas partes.
Aunque nuestros sentimientos pueden ser intensos hacia nuestra pareja, es necesario priorizar nuestro bienestar emocional y buscar relaciones que nos hagan sentir amados, respetados y valorados, con lo cual estamos creando las bases para relaciones sólidas y enriquecedoras en nuestra vida.
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