Son muchas las razones por las que una relación de pareja puede buscar iniciar un proceso terapéutico con un especialista, tales como falta de comunicación, infidelidad, celos enfermizos, desconexión emocional, problemas sexuales, etc.
Pero en muchas ocasiones, esas razones tienen que ver con las falsas expectativas que tenemos acerca del amor y de la convivencia.
Es bueno revisar cada uno de nosotros, cuáles son nuestras propias expectativas acerca del amor y la relación, para evitar así sentirnos frustrados, o que esas ideas y falsas premisas sean las causas de nuestras discusiones y problemas de pareja.
No importa qué diga la sociedad, no amamos con el corazón, sino con el cerebro. Esta es una premisa sobre la cual se fundamenta el verdadero amor, por lo tanto tenemos la capacidad de producir el amor de pareja en el día a día, construirlo a nuestra imagen, e incluso llevarlo a un paso más allá o simplemente abandonarlo, allí radica la libertad de elección, elegimos estar con la pareja porque deseamos estar, no porque debemos estar, por lo que no podemos negar la voluntad implícita de amar o de no amar; por lo tanto, nadie, absolutamente nadie, es víctima del amor sin su propio consentimiento.
Muchas personas piensan que la pareja les pertenece, la consideran una propiedad sobre la que tienen derechos. En esta premisa no existe un concepto sano de igualdad por lo que en esa dinámica la pareja cada vez se siente más sometida a los criterios del otro y puede llegar a actuar con miedo a tomar sus propias decisiones y tener sus propias opiniones.
El depositar en el otro todo nuestro bienestar es algo muy peligroso para nuestra propia felicidad. Muchas personas dependientes exigen atención y dedicación continua. Creen que el otro es el que debe darles la felicidad y se olvidan de cultivar su individualidad y sus propios espacios, lo que se vuelve una carga constante para el otro miembro de la pareja.
Reconocer que existen ciertos límites afectivos no implica necesariamente dejar de amar, sino aceptar la posibilidad de modificar la relación en un sentido positivo o simplemente alejarse y no estar en el lugar equivocado, aunque duela la decisión. Si crees que el amor lo justifica todo y que amar es tu principal fuente de realización, el amor se convertirá en una obsesión y no serás capaz de renunciar al afecto o a tu pareja cuando debas hacerlo.
La sociedad, se han encargado de crear en el imaginario colectivo, un tipo de relación ideal donde los problemas y las insatisfacciones no tienen cabida. Creando un mundo de fantasía al estilo Disney. La vida pone a la pareja en continua evolución, pasamos etapas personales variables, que pueden afectar al modo en que nos encontramos con nuestra pareja. Por lo que ser intencional en cultivar el amor es clave para la realización de pareja.
Si cada individuo conoce a cabalidad su propia libertad, apego y emociones, hay grandes posibilidades que su relación de pareja se desenvuelva en un marco de respeto, ayuda mutua y sueños compartidos.

Asesor de bienestar emocional y desarrollo personal en inTEGRALgt. Consultor Senior en ITD, S.A. Divulgador científico y promotor de la salud mental.
Muy acertada a la realidad el comentario anterior
Un punto muy acertado!